Es curioso como se van las vacaciones sin que siquiera una persona note la longitud de las mismas. Personalmente, tenía ganas de volver a la responsabilidad que conlleva volver a la metrópolis. Adios a la vieja/nueva costumbre de acostarse tarde y de despertarse aún más tarde. Es en esta situación en la que me encontraba hace un par de horas (que fue cuando entré de nuevo a clases). La incertidumbre de «me podré levantar» se agitaba en mi mente como un set de película porno.
Es realmente molesto tener que levantarse nuevamente a las 5:30 am de la mañana. Quisiera que existiera un sistema de transporte que funcionara adecuadamente y que no dejase a la gente abajo (como lo hace el buen Transantiago). Con suerte, no llegué tan tarde como creí que iba a pasar. De hecho, ni siquiera hubo el taco que me imaginaba en mis más oscuros sueños (no los húmedos). Para los curiosos, llegué con 20 minutos de adelanto a la universidad, lo cual es bastante para una persona como yo, asídua al atraso. Todo esto está bien para mí, no fui tan afectado, pero, ¿qué hay de la gente que aún tiene problemas con el metro o micros?
Debo admitir que el sistema ha mejorado un 0.5%. La mayoría de estos «parches» han sido asquerosamente temporales. Por ejemplo, en momento de alta afluencia de micros, las personas podían pagar abajo, en una zona llamada «de pago» (al menos en Las Rejas). No sé cuánto habrá durado esto, mas es como tercera vez que paso por ahí -y sí, en ese horario- y no veo ni un tipo sosteniendo un cobrador BIP!
Fuera de ello, las clases estuvieron bien (no me cabe la menor duda que este año será difícil), aunque como es usual, llegué cansado a Wananin.
Aprovecho de saludar a todos los que aún no terminan las carreras (en el staff, solo la Perdita -mi pierna =D- terminó).
PS: Casi me muero de calor en el metro.
Mudblood 